OSTEOPATÍA Y MASAJE
UNA CONTRACTURA MUSCULAR ES UNA CONTRACCIÓN INVOLUNTARIA Y SOSTENIDA DE UN MÚSCULO O GRUPO MUSCULAR QUE PUEDE GENERAR DOLOR, RIGIDEZ Y LIMITACIÓN DE MOVIMIENTO. LAS CONTRACTURAS MUSCULARES SON UNA AFECCIÓN COMÚN QUE AFECTA A PERSONAS DE TODAS LAS EDADES Y GÉNEROS. EN ESTA RESPUESTA, DESCRIBIREMOS LAS CAUSAS, LOS SÍNTOMAS, EL TRATAMIENTO Y LA AYUDA DISPONIBLE PARA LAS CONTRACTURAS MUSCULARES.
Causas:
Las contracturas musculares pueden ser causadas por una variedad de factores, como la falta de actividad física, la mala postura, el estrés emocional, la fatiga muscular, la deshidratación y la falta de sueño. También pueden ser causadas por lesiones deportivas o accidentes automovilísticos. Las personas que trabajan en trabajos que requieren movimientos repetitivos o que pasan largas horas sentados frente a una computadora también pueden desarrollar contracturas musculares.
Síntomas:
Los síntomas de las contracturas musculares incluyen dolor muscular, rigidez y limitación de movimiento. Las personas con contracturas musculares también pueden experimentar dolor de cabeza, hormigueo y mareos. Los síntomas pueden empeorar con el tiempo si no se tratan.
Tratamiento:
El tratamiento para las contracturas musculares depende de la causa subyacente. Si la contractura muscular es causada por una lesión deportiva o un accidente automovilístico, se puede recomendar masaje para ayudar a aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Si la contractura muscular es causada por una mala postura o falta de actividad física, se puede recomendar un programa de ejercicios para fortalecer los músculos afectados.
EL MASAJE DESCONTRACTURANTE ES UNA TÉCNICA DE MASAJE QUE SE UTILIZA PARA TRATAR LAS CONTRACTURAS MUSCULARES.
Consiste en aplicar presión en los puntos de tensión del músculo para relajarlo y reducir la inflamación. El masaje descontracturante también puede mejorar la circulación sanguínea, reducir el dolor y mejorar la movilidad articular. El masaje descontracturante se realiza en una camilla o mesa de masaje con el paciente acostado boca abajo o boca arriba. El terapeuta aplica presión en los puntos de tensión del músculo con las manos, los dedos o los codos. La presión aplicada puede variar según la intensidad de la contractura muscular.
Además del masaje descontracturante, hay otras formas en que las personas pueden ayudar a aliviar las contracturas musculares. Estos incluyen:
Estiramientos: Los estiramientos suaves pueden ayudar a aliviar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
Calor: La aplicación de calor en el área afectada puede ayudar a relajar los músculos y reducir el dolor.
Hidratación: Beber suficiente agua puede ayudar a prevenir las contracturas musculares causadas por la deshidratación.
Descanso: Descansar los músculos afectados puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.
En resumen, las contracturas musculares son una afección común que puede ser causada por una variedad de factores. Los síntomas incluyen dolor muscular, rigidez y limitación de movimiento. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir osteopatía y masajes descontracturantes.
Las contracturas musculares son una afección común que puede ser causada por una variedad de factores. No todas las contracturas son iguales. De hecho, existen grandes diferencias en cada tipología de dolencia, por lo que presenta síntomas diferentes y necesitan un tratamiento distinto.
Aquí te indicamos los tipos de contracturas musculares más comunes y que suelen afectar de forma más habitual a la sociedad actual.
Contracturas postraumáticas: Son las contracturas que aparecen a causa de un golpe o un fuerte impacto. En estas situaciones, nuestro cerebro activa la musculatura para intentar proteger las partes más sensibles de nuestro cuerpo. Este tipo de contractura se caracteriza por producir un intenso dolor en unas 48 o 72 horas; después de este tiempo, suelen desaparecer.
Contracturas posturales: Estas contracturas aparecen a causa de una mala postura, haber hecho un mal gesto o no haber dormido con la posición corporal adecuada. Producen dolores no muy fuertes, aunque pueden pinzar otros músculos adyacentes y provocar molestias más intensas.
Contracturas por espasmos musculares: Otro de los tipos de contracturas musculares más comunes son las que aparecen a causa de espasmos en los músculos. Esto tiene lugar cuando realizamos mucho esfuerzo con un músculo y, por tanto, la contracción es demasiado fuerte. Este tipo de dolencia es la habitual en el ámbito deportivo.
Contracturas por deshidratación: La última de los tipos de contracturas musculares más comunes es la que aparece a causa de una falta de hidratación muscular. Esta situación suele darse cuando se ha consumido una gran cantidad de alcohol y, por tanto, nuestro organismo está deshidratado. Esto puede hacer que sintamos dolores en la zona del cuello o cervicales, así como experimentar dolores de cabeza o mareos.
En cualquiera de los cuatro casos, esta dolencia no es grave y los síntomas suelen pasar a los pocos días. Dependiendo del estado de salud de cada persona y de su condición física, puede ser que las molestias sean más intensas, sin embargo, en pocos días remitirá el dolor. En el caso de que esto no suceda, lo mejor es acudir al médico para que examine al paciente de forma detallada.
Es importante destacar que existen otros tipos menos comunes como las contracturas por sobrecarga muscular o las contracturas por enfermedades neuromusculares. En estos casos, el tratamiento dependerá del tipo específico de contractura muscular y su gravedad.